En cuanto a las fiestas locales de nuestra ciudad, volvemos a encontrarnos con una programación descafeinada que acaba por no contentar a nadie, a pesar de que hay algunos cambios que merecen especial consideración por parte de nuestro grupo municipal:
Me refiero a la feria de día, trasladada algunos días al recinto ferial, lo que han venido a llamar “tardeo”. Y es que no hay que olvidar que esta es una propuesta que ya hicimos desde Izquierda Unida el año pasado por estas fechas. En una rueda de prensa similar a la de hoy, decíamos que no entendemos que la feria esté dividida en dos y que no ocurra como en otras ciudades en las que la feria de día y la de noche comparten espacio. Nos alegra enormemente saber que el concejal de fiestas reconoce nuestro trabajo como oposición y recoge las propuestas que desde aquí le lanzamos. De nada, señor Romano.
Y hasta aquí la parte positiva de la programación. Todo lo demás deja mucho que desear. Por ejemplo, si analizamos la contratación de los grupos musicales que vienen a actuar, nos encontraremos con que el concierto de Fangoria y de las Nancys Rubias viene a costar casi 116mil euros (sin IVA). 72.900 costó hace unos años el mismo concierto en Almuñécar hace 3 años. ¿Por qué a nuestro ayuntamiento le cuesta 43mil euros más que a la ciudad vecina? Entiendo que la música en vivo y en riguroso directísimo hay que pagarla, claro. Ha ironizado Linares
El camino hasta el ferial. Algo nos dice que han corrido más de la cuenta con las obras del Camino de las Ventillas, la carretera que lleva al ferial. Ya el fin de semana pasado, pocas horas después de su inauguración, vivíamos los primeros incidentes y accidentes en una carretera mal hecha y que todavía no cuenta con toda la señalización adecuada tratándose de la carretera de la que se trata y por la que en apenas unos días habrá una gran afluencia de tráfico.
La planificación del equipo de gobierno, liderado por la señora García Chamorro, destaca por su ausencia una vez más y vuelve a no estar a la altura de lo que los motrileños y motrileñas esperan de una alcaldesa que, recordemos, cobra 76 mil euros al año (le da para un concierto de Fangoria en Almuñécar, pero no en Motril, ya saben).