La ubicación del nuevo espacio comercial de Motril en el MOT 21 solo creará inconvenientes

Izquierda Unida no se opone a la instalación de nuevos negocios ni a la creación de espacios comerciales en nuestra ciudad, pero sí a que sean el resultado de la especulación urbanística para favorecer intereses económicos particulares. La ubicación de un nuevo espacio comercial en Motril en el MOT21 ha requerido la «reprogramación» de miles de metros cuadrados de la Vega, adquiridos a precio rústico para, después de recalificarlo para uso terciarlo, poder multiplicar su valor para los promotores urbanísticos. Un proceso que se ha dilatado  a lo largo de seis años.

Se ha preferido la especulación urbanística, el enriquecimiento particular y una espera de seis años a construir en los terrenos destinados a ese efectos en el Plan General de Ordenación Urbana de Motril situados en la zona de La Nacla, cuyos accesos desde la autovía son directos y en los que podrían haber iniciado los trabajos hace seis años, con lo que Motril ya contaría con esa nueva superficie comercial.

Seis años después de iniciado el proyecto, el comienzo de las obras está ocasionando numerosos inconvenientes de movilidad dada la precariedad del acceso a ese nuevo espacio que se realiza por la N-340, por la ya insuficiente vía del Candelón. Imaginen cuál puede ser la situación cuando esos centros comerciales estén en funcionamiento. Una consideración que no ha sido tenida en cuenta ya que lo importante, al parecer, es hacer el negocio.

Los gobernantes de Motril, y los poderosos que están detrás del negocio, se muestran encantados de llevar adelante un proyecto de estas características, a pesar de haberse bordeado desde un principio la legalidad vigente. Anuncian centros comerciales y salas de cine, pero lo inmediato, lo real, será un establecimiento de comida rápida, de comida basura, una metáfora del modelo de crecimiento de la ciudad por el que se apuesta . El resto, ya se verá.

Mientras tanto, el comercio local de Motril languidece abandonado a su suerte, a pesar del esfuerzo de los comerciantes motrileños que asisten al espectáculo de ver como se promueve y favorece la instalación de negocios multinacionales como si de su mano fuera a venir la solución de los muchos problemas que tiene Motril.