Se hace eco de las denuncias de varios vecinos afectados que critican el deplorable estado de las pasarelas, los baños o las duchas que, en ningún caso, contemplan la plena accesibilidad de las personas con diversidad funcional.
Christian Linares, concejal del Grupo Municipal de Izquierda Unida, ha podido constatar que la falta de accesibilidad a las mismas es un hecho, algo que está a la vista de todos y resulta obvia.
Las pasarelas no sólo no llegan hasta la orilla (se quedan entre 15 y 25 metros de distancia a ésta) sino que, incluso, tampoco empiezan al inicio de la arena. Desde el final de la calzada hasta las pasarelas hay que recorrer varios metros que se hacen prácticamente imposibles si se tienen que recorrer, por ejemplo, en silla de ruedas o en una de las sillas especiales para personas con diversidad funcional, dado el peso de las mismas.
Del total de duchas existentes, únicamente tres de ellas cuentan con un apoyo para poder sentarse – algo necesario para estas personas y también para los y las mayores—que, sin embargo, también resulta inadecuado ya que consisten en una pequeña base metálica que suele ser utilizada para aclararse los pies–. Incluso, afirma el concejal de Izquierda Unida, hay duchas con la señalización de estar adaptadas y que no cuentan ni siquiera con esa plataforma, es decir se trata de duchas normales y básicas.
Los baños también adolecen de diversas problemáticas entre otras, que alguno de ellos no dispone de tirador para acceder al mismo.
Los paneles informativos no tienen actualizada la información para los usuarios, ya que se informa de que el servicio de vigilancia se inicia a las 11 horas, cuando no lo hace hasta las 12 del mediodía.
Los vigilantes de la playa han confirmado que sólo existen dos sillas anfibias con las que poder entrar en el agua con personas con movilidad reducida, y además una de ellas está rota. Por si fuera poco, por falta de personal, los vigilantes no se pueden hacer cargo de ellas porque dejarían sin la seguridad necesaria uno de los puestos de vigilancia.
Ante este panorama, no resulta extraño que esta playa haya perdido la bandera azul, aunque mantenga la Q de Calidad, algo difícil de entender ante las múltiples deficiencias que presenta. Izquierda Unida comparte la crítica de los vecinos que se sienten afectados y ha reclamado a la alcaldesa de la ELA de Calahonda que lleve a cabo las actuaciones necesarias para dar una solución a todas estas deficiencias.
