Rechaza que el acto gire en torno a una charla acerca del papel del ejército en la Constitución a cargo de un General del Ejército de Tierra, rompiendo unilateralmente con el formato de anteriores actos que permitía la participación de todas las fuerzas políticas con representación municipal.
Critica la deriva de la Alcaldesa, Flor Almón, que no duda en organizar juras de bandera civiles, festivales aéreos militares y desfiles procesionales convirtiendo Motril en un espectáculo de charanga y pandereta para desviar la atención de la nefasta gestión de su equipo de gobierno.
Ningún representante de Izquierda Unida de Motril asistirá al acto institucional organizado por el Ayuntamiento de Motril para conmemorar el 40 aniversario de la Constitución Española, al entender que se desvirtúa el sentido de dicho acto con la programación de una charla sobre el papel del ejército en la norma constitucional a cargo del General y Secretario General del Mando de Adoctrinamiento y Doctrina del Ejército de Tierra.
En anteriores ocasiones, el formato elegido consistente en la lectura de artículos de la Constitución seleccionados por representantes políticos y de la sociedad civil, permitía la participación sosegada de todas las fuerzas políticas que, de ese modo, podían manifestar su posición con respecto a la Carta Magna.
La elección del tema de la intervención programada en el acto resulta significativa y retrata a la perfección la posición política del PSOE y de Flor Almón que prefieren disertar sobre el papel del Ejército en vez de abordar asuntos como el blindaje de las pensiones en la norma constitucional, del derecho a un trabajo digno o a la vivienda, por ejemplo, temas de interés social que preocupan realmente a miles de motrileños y motrileñas.
Izquierda Unida entiende que la ciudadanía, las clases populares, no tienen nada que celebrar el próximo día 6 de diciembre. Al contrario, hay que lamentar que la Constitución se haya convertido en un instrumento para preservar los privilegios de los poderosos y servir de escudo a la decadencia de la Monarquía, una institución caduca y anacrónica, manchada con las sombras de la corrupción.
En cualquier caso, Izquierda Unida reafirma su posición en defensa de un nuevo proceso constituyente que, en primer lugar, someta a consulta la forma de Estado permitiendo que la ciudadanía decida entre Monarquía y República para hacer posible, posteriormente, un marco normativo que permita avanzar hacia una sociedad más justa e igualitaria.