Las instituciones tienen que estar a la altura y representar a la ciudadanía. Como sociedad no podemos permitir el abuso de poder, la falta de respeto a las mujeres y cualquier tipo de comportamiento inadecuado. Ahora, el Ayuntamiento de Motril tiene la ocasión de demostrar ese compromiso institucional, por responsabilidad, sensatez y sentido común.
Ha apuntado que retirarle el reconocimiento es necesario para la igualdad y por calidad institucional y democrática. No hacerlo supondría que la Corporación que representa a la ciudadanía motrileña disculpa y banaliza su modo de actuar, sus insultos, el desprecio a las jugadoras, al feminismo y a las mujeres.