Denuncia que la organización de una misa funeral es un acto excluyente que, por su carácter confesional, desprecia a miles de víctimas de la pandemia por no profesar determinadas creencias religiosas.
Reclama a García Chamorro que respete la Constitución, que establece el principio de aconfesionalidad del Estado y no condicione el dolor colectivo en función de sus propias creencias personales.
Señala que la organización del acto sólo responde a los delirios de grandeza de la señora Chamorro y a su desmedido afán de protagonismo.
IU-Equo ha manifestado su rechazo absoluto a la celebración de la misa funeral que organiza el Ayuntamiento para recordar a las víctimas de la Covid-19. Se trata de un acto de carácter confesional que deja fuera a las víctimas y a sus familiares que no profesen la religión católica y que colisiona frontalmente con el principio de aconfesionalidad del Estado.
A juicio del concejal Jose Llorente, es una evidente falta de respeto hacia esas personas ya que, de este modo, se les excluye de ese acto de recuerdo y de ese homenaje que se merecen todas las víctimas, con independencia de su origen, situación, o de sus creencias religiosas o políticas.
Según ha sostenido el edil de IU-Equo, la iniciativa de García Chamorro para la celebración de esta misa funeral es una muestra más del carácter altivo de la alcaldesa de Motril que utiliza la institución municipal conforme a sus creencias personales y religiosas, a pesar de que la aconfesionalidad del Estado está fuera de toda duda.
Llorente ha recordado que el pasado jueves, 16 se celebraba una ceremonia de Estado de carácter civil para homenajear a las víctimas de la pandemia que puso de manifiesto la voluntad de respeto a las creencias religiosas que supone el laicismo.
Se trató de una apuesta visible por la neutralidad de los poderes públicos ante el hecho religioso, un paso importante para acabar con la confesionalidad encubierta en favor de la Iglesia católica que ha imperado en los últimos cuarenta años en España, que compartimos plenamente, ha afirmado.
Según el criterio de su formación, la imagen de unidad que ofreció esa ceremonia civil, en la que se evitó cualquier carácter confesional, debería ser el referente de cualquier acto de homenaje o recuerdo que se organice o lleve a cabo por parte de los poderes públicos.
Sin embargo, la alcaldesa de Motril no quiere entender que ninguna confesión religiosa tiene carácter estatal o lo que es lo mismo, que el Estado no tiene una religión oficial.
Llorente ha declarado que el mejor homenaje y recuerdo a quienes ya no están entre nosotros como consecuencia de la pandemia es reforzar los servicios públicos, asegurar que cuentan con los medios necesarios y que sus profesionales tienen unas condiciones de trabajo dignas. Algo que no está haciendo la señora Chamorro en el Ayuntamiento de Motril, donde se están desmantelando progresivamente determinados servicios municipales y descuidando las condiciones laborales de una plantilla de empleados públicos, que se encuentran abandonados a su suerte.
Con su gestión unipersonal y el protagonismo exclusivo en la labor del gobierno municipal, Luisa García Chamorro parece empeñada en dar forma a un perfil político adecuado a sus ambiciones de encontrar acomodo en un futuro no muy lejano en Sevilla o en Madrid, como ya hiciera en su momento el presidente de su partido en Motril, el actual diputado Carlos Rojas.
Pero, con independencia de los beneficios políticos personales que pueda estar buscando, lo que realmente nos preocupa es el daño que la señora Chamorro está haciendo a la institución municipal que representa y a la ciudad de Motril, ha señalado el concejal de IU-Equo.