La organización de izquierdas ha criticado al gobierno del ente comarcal por no haber tratado un asunto tan importante como el Plan Hidrológico con anterioridad a la celebración de la Junta General con los representantes de las organizaciones políticas y de los municipios.
Según Inma Omiste, representante de Izquierda Unida en la Mancomunidad, el gobierno comarcal no ha convocado a la Junta General desde octubre y, tras cuatro meses, la convoca para, entre otras cosas, “informar de las alegaciones presentadas por la Mancomunidad al Plan”, sin haber contado con los representantes de las organizaciones que integran el órgano comarcal.
Por otra parte, desde Izquierda Unida señalan la grata sorpresa que supone conocer que desde Mancomunidad no hayan presentado la propuesta de construcción de una presa en Otívar, proposición que defendió con pasión la representante de su gobierno y portavoz del PSOE de Almuñécar, Rocío Palacios, en el Pleno del Ayuntamiento de Almuñécar.
Es curioso, señala Omiste, que el PSOE en los ayuntamientos defienda una cosa y en el gobierno de Mancomunidad defienda otra o, no se pronuncie sobre sus propias reivindicaciones en otras instituciones. En todo caso, “nos alegramos de que hayan desistido de reclamar tal despropósito”, señala la representante de IU.
En ese sentido, desde IU explican que la presa de Otívar es “un disparate” que los distintos informes técnicos del Instituto Geológico y Minero y otras administraciones del Estado desaconsejan por atentar directamente contra el acuífero de Río Verde, al que condenarían a muerte. Eso, sin contar el coste económico y medioambiental que supondría dicha barbaridad. han enfatizado.
Por ello, Izquierda Unida ha votado en contra de la propuesta de alegaciones de Convergencia Andaluza, otro de los defensores de la construcción de una presa que saben que nunca se podrá construir.
Quienes defienden la construcción de la presa, señala Omiste, están engañando a la ciudadanía y jugando con los anhelos y necesidades de los agricultores de nuestra comarca, porque saben perfectamente que esa obra faraónica no cuenta con ningún informe técnico que avale dicha decisión, puesto que sería un atentado medioambiental y económico que heriría de muerte los intereses de agricultores y empresas del sector.