La Feria de Motril de 2015 no será recordada como una de las mejores ni más brillantes de nuestra ciudad. El escaso atractivo de los eventos programados, la solución dada a la Feria de día, o las malas condiciones de los espacios destinados a la diversión de los jóvenes han configurado una Feria que pasará sin pena ni gloria y que será recordada por la “puntualidad motrileña” del castillo de fuegos artificiales en la playa de Poniente.
Sin embargo, en opinión de Izquierda Unida, se han realizado cambios que, con el tiempo, pueden estar destinados a conseguir que la Feria sea todo lo que este año no ha terminado de ser. Una Feria para todos y para todas; unas fiestas populares en todos sus sentidos.
Christian Linares, responsable del área de fiestas del Grupo municipal de Izquierda Unida, resume la Feria como un intento de cambiar de aires unas fiestas que se alejaron de los intereses ciudadanos pero que, aún, necesitan de mucha más solidez detrás y, sobre todo, el consenso con los demás grupos políticos municipales para tener en cuenta las diferentes perspectivas encaminadas a hacer una Feria de todo Motril y para todos los motrileños.
Desde Izquierda Unida se propuso al actual equipo de gobierno una serie de mejoras de cara a la Feria de día, al entender que debería estar encaminada a muchas más cosas además de a la distensión gracias al consumo de bebidas alcohólicas. Actividades como concursos de fotografía relacionados con la feria, escritura de carocas (como se hace en el Corpus), realización de conciertos acústicos y performances de teatro en las zonas cercanas a las diferentes barras y otras propuestas a celebrar en las plazas de los barrios podrían redundar en un beneficio para todos los ciudadanos que verían ampliada la oferta de eventos a todos los niveles.
Por otra parte, el edil de Izquierda Unida ha lamentado las condiciones del botellódromo, donde una vez más se ha pretendido confinar a los jóvenes en un espacio deplorable y diferenciado con el de la Feria de día, dando lugar a que muchos percibieran la existencia de una Feria para ricos y otra para pobres.
Una vez más las carencias de las infraestructuras de este espacio y, también, la falta de educación ciudadana han dado como resultado un espectáculo final lamentable de basura, desperdicios y cristales rotos en la zona de la Alcoholera que, unido a la discutible actuación de la policía municipal — al parecer sólo preocupada porque no se sacaran bebidas de la zona– no ha contribuido a que, un año más, esta haya sido una Feria para los jóvenes.
A pesar de ello, desde Izquierda Unida se valora positivamente el cambio que se le ha dado a la Feria de día con respecto al bodrio realizado por el PP el año pasado y de que esta vuelva a los barrios, de donde nunca debió salir y en los que hay que fomentar que, poco a poco, vaya a más y mejor.
A la Feria de noche le costó arrancar. Fueron muchos los sorprendidos por la escasa asistencia en sus primeros compases. Luego, tampoco han tenido la respuesta esperada las actuaciones estrella programadas con Melendi y Abraham Mateo, entre otras cosa por el “olvido” de poner precios populares a estas actuaciones para permitir su asistencia, de ese modo, a un número mayor de ciudadanos/as.
En la Caseta Municipal, aunque la apuesta ha sido muy variada, ninguno de los espectáculos programados ha tenido el calado suficiente para llenarla. Sin lugar a dudas, este espacio añora mejores momentos como, por ejemplo, aquellos que le proporcionaba el Quiskilla Rock y que el Partido Popular de Motril dejó morir.
En el recinto ferial, por su parte, seguimos reclamando la no utilización de animales vivos como atracciones o premio de las tómbolas.
Por otro lado, no dejaremos de denunciar la celebración de corridas de toros y espectáculos taurinos. Queremos una Feria sin toros, en el que el respeto por los animales sea una de sus señas de identidad.
Como ya sabemos, no hay fin de Feria en Motril sin castillo de cohetes en la playa. Y en esta ocasión se hizo esperar, no se sabe muy bien por qué. En este sentido, conviene una vez más insistir en la importancia de cuidar los detalles, sobre todo en cuanto al cumplimiento de los horarios anunciados por respeto a vecinos/as y ciudadanos, incluso aunque estemos en Motril.
El responsable del Área de Fiestas de Izquierda Unida ha querido reconocer el esfuerzo y el trabajo realizado por todos los técnicos y empleados municipales que, con su compromiso, han hecho posible una año más la celebración de estas fiestas de nuestra ciudad. Todos ellos y ellas se merecen nuestro reconocimiento y gratitud, ha manifestado.
Por último, Linares ha señalado que para Izquierda Unida, ha resultado especialmente lamentable la actuación de las grandes superficies comerciales que han obligado a sus plantillas a estar trabajando hasta más allá de las 22 horas el día 15 de agosto impidiendo disfrutar a los trabajadores/as de las fiestas de su ciudad. Una actuación rechazable que, además, perjudica gravemente al comercio de proximidad y a los pequeños comerciantes de nuestra ciudad.