Los principales responsables de que Carchuna-Calahonda, diez años después de iniciado el proceso de segregación, no sea un nuevo municipio son la presidenta de la Entidad Local Autónoma y el Partido Popular de Motril, que primero se opusieron abiertamente a su independencia y luego han montado un teatrillo para enmarañar todo y no llegar a ninguna parte.
Los perjudicados, una vez más, son los vecinos de la ELA que han visto cómo municipios vecinos, como Torrenueva, han conseguido la segregación y hoy en día avanzan en su autonomía, crecen y prosperan como un municipio más de la provincia.
Izquierda Unida-Equo pide la dimisión de la presidenta de la ELA, Conchi Abarca, por la responsabilidad en las actuaciones que se han llevado a cabo y por su manifiesta incapacidad en la gestión de los intereses de Carchuna-Calahonda.
Izquierda Unida-Equo considera que el Partido Popular de Motril, con Carlos Rojas al frente, dejó clara su posición en 2011 con la emisión de informes municipales desfavorables al proceso de creación de un nuevo municipio, acordado por la Junta vecinal un año antes.
Sin embargo, para no enfrentarse a la decisión de los vecinos y vecinas de Carchuna Calahonda, los populares decidieron negar la evidencia e iniciar un procedimiento disparatado que lo complicara todo para, de ese modo, no llegar a ninguna parte y alcanzar su objetivo, que no era otro que Carchuna-Calahonda siguiera siendo dependiente del Ayuntamiento de Motril.
En esa estrategia de la confusión –se señala desde la formación de izquierdas–, la señora Abarca ha sido una pieza clave, fundamental, para que, diez años después de decisiones disparatadas se haya vuelto al punto de partida.
Ahora, con un gobierno del Partido Popular y Ciudadanos, la Junta de Andalucía, por segunda vez, ha desestimado la iniciativa de segregación de la ELA. La anterior ocasión el rechazo de la Junta se produjo con un gobierno del PSOE en coalición con Izquierda Unida. En esta ocasión la señora Abarca acusó a “los comunistas” de querer hacer daño a su pueblo y a ella misma. Ahora, la señora Abarca habla de traición de los suyos y de su partido.
De este modo, durante todo este tiempo la presidenta de la ELA ha prestado un importante servicio al Partido Popular de Motril y a su mentor y amigo, Carlos Rojas: Carchuna-Calahonda sigue siendo una pedanía de Motril en la que el PP motrileño ejerce un férreo control que le reporta importantes réditos electorales.
A pesar de declararse “traicionada” por sus compañeros de partido, a Conchi Abarca no le ha ido nada mal con el Partido Popular. Actualmente, además de su responsabilidad en la ELA, es teniente de Alcalde en el Ayuntamiento de Motril –gobernado, entre otros, por su partido– con competencias delegadas en el Área de parques y jardines, las relaciones institucionales y la presidencia de la televisión motrileña, Radio Televisión Motril. Por ello, su retribución es una de las más elevadas del consistorio motrileño.
También se recuerda en Carchuna y Calahonda que, en el último verano, un familiar directo de la señora Abarca fue uno de los escasos vecinos y vecinas agraciado con un puesto de vigilante de playas de la Junta de Andalucía, gobernada por su partido, en un controvertido proceso de contratación exprés, al registrar su solicitud en los primeros momentos de presentación de las candidaturas.
En definitiva –sostienen en IU-Equo–, la señora Abarca no ha dejado ni un solo minuto de poner por delante los intereses de su partido y los suyos particulares a los de su pueblo y a los de sus vecinos y de sus vecinas.
La segregación de Carchuna-Calahonda no será posible mientras que Conchi Abarca siga al frente de la ELA.
El daño causado y su contrastada voluntad de conflicto, de confrontación y de enfrentamiento la descalifica para presidir la Entidad por lo que, a juicio de IU-Equo, la señora Abarca debe dimitir y dejar paso a otro responsable político que trabaje honestamente por su pueblo y que defienda sin imposturas, llantos, quejas y gritos, los intereses de sus vecinas y de sus vecinos.