En los últimos seis meses la Charca de Suárez no ha podido abrir sus instalaciones 38 días por falta de personal. Apróximadamente la Charca ha permanecido cerrada durante cinco días hábiles de cada mes.
A pesar de que la alcaldesa se refiere a la reserva natural como “una de las joyas naturales del municipio”, asumiendo la obligación de preservarla y ponerla en valor, durante sus años de gobierno no ha adoptado medidas para corregir las diversas deficiencias que presentan sus instalaciones y su funcionamiento, entre otras, completar su vallado perimetral y dotar de recursos suficientes a su plantilla.
Entre las medidas de mejora que propone IU-Equo –ha detallado el edil de su formación, Jose G. Llorente–, además de dotar de los recursos humanos necesarios a la plantilla de la instalación, se incluyen el incremento de las inversiones destinadas a la actividad y funcionamiento del humedal, la apuesta decidida por la potenciación de la Reserva como parte esencial de la oferta turística y de los valores medioambientales de la ciudad y, por último, la ampliación de la superficie del humedal, tal y como estaba previsto.