Las y los abajo firmantes creemos que la democracia, los Derechos Humanos y la aspiración a una paz con justicia no son un camino ni una moneda de cambio para nada, sino que constituyen en sí mismo el camino y el horizonte, además de la mejor respuesta contra quienes quieren acabar con ellos. Por eso, nos oponemos drásticamente a cualquier respuesta al odio que implique más odio, más intolerancia, más muertes de inocentes y menos derechos y libertades.
(Leer manifiesto #NoEnNuestroNombre)
La escasa afluencia al recinto ferial, la marginación de los barrios, la mala gestión de la feria de día, la insuficiencia de transporte público y un programa de fiestas ramplón, plano y sin atractivo, puede ser el resumen de las pasadas fiestas de agosto en Motril. Una muestra más de la ciudad abandonada, triste y gris, que está dejando a su paso Flor Almón en compañía de los hermanos Escámez y de su gobierno.
Pedimos a Luisa García Chamorro que rectifique y “que se ponga del lado de las mujeres”. Por “solidaridad de género” y por coherencia con el compromiso institucional inequívoco de la Corporación contra cualquier forma de violencia machista.
Son muchas las mujeres que se sienten ofendidas tras el anuncio del concierto de Plácido Domingo en Motril. Y serán muchas más si, finalmente, se lleva a cabo tal como está programado el próximo mes de marzo y así lo manifestarán con su movilización contra la presencia del cantante en nuestra ciudad –ha anunciado.
Las administraciones públicas deben actuar con determinación en la condena inequívoca de cualquier forma de violencia hacia las mujeres y contar con Plácido Domingo es todo lo contrario a un buen ejemplo de ese compromiso necesario para combatirla.
demás de sus consecuencias dramáticas en términos humanitarios, muchas de sus secuelas también se están haciendo notar en el conjunto de los países de la Unión Europea y desde luego en el nuestro, como son la inflación, la pérdida de poder adquisitivo de la población, la subida de hipotecas y tipos de interés, los daños al medio ambiente, las limitaciones de libertades y de derechos democrático o el auge del fascismo, en palabras de su Ana Herrera, integrante de la coalición progresista.
Desde la formación, manifiestan su rechazo a la guerra como instrumento de colonización y acceso a materias primas y al establecimiento de normas impositivas en el comercio internacional contra países y pueblos en vías de desarrollo o entre potencias para la conquista de mercados.
A la vez, hacen un llamamiento a todos los países y todas las potencias para que se renuncie a la guerra en los conflictos internacionales y se apueste por la negociación entre las partes implicadas con respeto al derecho internacional, a las resoluciones de Naciones Unidas y a las instancias judiciales internacionales.
