Poco pueden celebrar mañana, 8 de marzo, las mujeres en nuestra ciudad, en nuestro país. Más que nunca se hace necesario que las instituciones defiendan los derechos de las mujeres, que haya presupuestos destinados a erradicar la desigualdad y gobiernos efectivamente representativos de las mujeres. Izquierda Unida hace un llamamiento a las mujeres para manifestarse en la calle por la defensa de sus derechos.
Para Izquierda Unida de Motril el 8 de marzo no puede ser un día de celebraciones, sino de reivindicaciones de los derechos de las mujeres. La clamorosa desigualdad entre hombres y mujeres, la violencia machista o la feminización de la pobreza invalidan cualquier celebración del 8 de marzo reclamando, al contrario, que una vez más las mujeres reivindiquen sus derechos en las calles de nuestra ciudad.
Daniela Paqué, portavoz municipal de Izquierda Unida, ha hecho un llamamiento a las mujeres para que participen en las manifestaciones convocadas en Motril para reclamar que las mujeres sean sujetos de pleno derecho en nuestra ciudad.
En este sentido, ha emplazado al gobierno de Flor Almón para que apueste decididamente por políticas de género, dejándose de gestos y de actos protocolarios y se comprometa con la lucha de la igualdad de las mujeres, incorporando a los próximos presupuestos municipales una perspectiva de género para que contemplen medidas efectivas en esta dirección.
La portavoz de Izquierda Unida ha afirmado que las mujeres no pueden fiarse de las buenas intenciones porque llevan demasiado tiempo esperando. Las mujeres no queremos propuestas ni celebraciones que callen las malas conciencias y generen apariencias de cambio cuando, en la práctica, la realidad de la discriminación de la mujer es ofensiva.
Las mujeres tenemos aún pendientes nuestro derecho al trabajo con salarios iguales que los hombres; el derecho a decidir libremente sobre nuestra maternidad y nuestras vidas; las políticas efectivas contra la violencia machista; el respeto de las opciones e identidades sexuales; la implantación real de una educación igualitaria a todos los niveles, entre otras muchas cosas.
Sin igualdad no hay democracia. Por eso, queda tanto por hacer, queda mucho por conseguir. También en Motril.