Frente a la posición favorable de los restantes grupos políticos, nos hemos opuesto a la aprobación provisional de la modificación del PGOU que supondrá la ampliación en 1.200 hectáreas la superficie cultivable para la instalación de invernaderos. Sus efectos negativos sobre la ciudad y sobre su población son irreversibles e hipotecan el porvenir de las generaciones futuras. Una vez más, los principales beneficiarios serán las grandes empresas comercializadoras.
La modificación aprobada supone la extensión hasta el borde del casco urbano de la posibilidad de la ocupación física del territorio sin que se hayan incorporado lo servicios necesarios ni las medidas correctoras que esta actividad demanda. Entre otros, un servicio de gestión de residuos efectivo, o la red de evacuación de pluviales, consideraciones que no se han tenido en cuenta en el estudio ambiental llevado a cabo.
La agricultura intensiva es una actividad que requiere la ocupación física del territorio con instalaciones e infraestructura, a la vez que demanda servicios de aprovisionamiento de energía, agua, transporte de personas y materiales que genera grandes cantidades de residuos y la utilización de productos fitosanitarios. De este modo, se ignora el impacto ambiental negativo que esta actuación tendrá sobre la población, el paisaje y la agricultura sostenible.
Una actuación que no es buena para Motril, ni para sus vecinos. Que no beneficia a los pequeños agricultores y que condiciona el futuro de la ciudad y de su entorno para las generaciones venideras.
Desde IU-Equo reafirmamos nuestro apoyo al sector agrícola y a los pequeños agricultores y nuestro compromiso en trabajar por otro un modelo de crecimiento económico medioambientalmente sostenible, orientado al interés general.
La decisión aprobada por el Pleno municipal supone un paso decidido para sepultar Motril bajo plástico y la renuncia a un modelo de agricultura sostenible basado en pequeñas explotaciones que utilice otros canales de comercialización. Los grupos políticos que han dado su apoyo a esta iniciativa deberán asumir la responsabilidad de sus consecuencias para Motril y para sus ciudadanos y rendir cuentas de su actuación cuando llegue el momento.
Como no podía ser de otra manera, los promotores de la idea utilizan, una vez más de forma obscena, la coartada de la creación de puestos de trabajo. En esta ocasión los cifran en cuatro mil. Sin pudor. Sin embargo, nadie conoce (ni nunca conocerá) el estudio que se ha realizado, quién ha sido el encargado del mismo ni, en su caso, la metodología utilizada.
Convendría repasar otros grandes proyectos y otras promesas similares de creación de miles de empleos y contrastarlas con la realidad del empleo en Motril y en su comarca, caracterizada por el paro y la precariedad, de un modo especial en el sector agrícola.