Estos cuatro meses de gestión de Luisa García Chamorro a la cabeza de su frágil e inconsistente equipo de gobierno están retratando a la perfección el modo de hacer política de la derecha motrileña: gobernar a espaldas de las necesidades y demandas de la gente de la calle y hacerlo únicamente para satisfacer intereses de negocio y operaciones especulativas