Inma Omiste ha afirmado que el trato que ha recibido la empresa concesionaria del chiringuito Oleaje por parte de la Administración municipal es impensable que pudiera darse a cualquier pequeño negocio local y, desde luego, a ninguno de sus vecinos y vecinas a los que se exige el escrupuloso cumplimiento de sus obligaciones con la ciudad.
Los trámites y las decisiones administrativas adoptadas ponen de manifiesto un procedimiento que no parece que haya tenido como objetivo en ningún momento  la defensa de los intereses municipales ni del interés general de la ciudad.