Seguir cobrando tasas a las personas desempleadas de Motril para que tengan la posibilidad de acceder a un puesto de trabajo público, además de ser indecente y vergonzoso, supone un elemento de disuasión para los parados y las paradas motrileñas que, en muchos casos, no disponen de esas cantidades para pagarla por lo que, finalmente, no pueden presentarse a esos procesos selectivos.