Inma Omiste ha declarado que, en momentos como el que estamos viviendo, frente a una realidad económica y social muy adversa, los ayuntamientos no pueden eludir su carácter de administración de proximidad y deben contribuir a resolver los problemas de sus vecinos y vecinas con todos los medios a su alcance, ayudando a las familias, a los trabajadores y las trabajadoras, a las empresas y a los autónomos, así como al tejido social y a la sociedad civil organizada.

Pero, afrontar los gastos en servicios sociales y acometer las inversiones necesarias que refuercen lo público y lo colectivo no resulta posible sin abordar la flexibilización de la regla de gasto para que los ayuntamientos puedan participar en la solución a esta crisis de forma equilibrada, tal y como ha propuesto recientemente la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).