La lucha contra esa lacra social no se puede limitar a una fecha ni a la realización de actividades más o menos coloristas. Es necesario implementar políticas sostenidas en el tiempo, dotadas de recursos económicos y materiales suficientes que contribuyan a su total erradicación. En nuestro país, en los últimos quince años han sido asesinadas 1.027 mujeres; 197 en Andalucía. En lo que va de año, las muertes por violencia machista han sido 51.
Es innegable que en nuestra sociedad se sigue matando a las mujeres. Por mucho que se empeñen en negarlo. Es una cuestión que tiene que ver con la dignidad y la vida humanas.
Quienes promueven esa discriminación con discursos negacionistas no pueden tener legitimidad ni ser considerados como una opción democrática más. Deben encontrar nuestro rechazo inequívoco en todos los ámbitos, en la calle, en los medios de comunicación y también en las instituciones.