Con actuaciones como ésta –ya habituales en la gestión de los asuntos de la ciudad–, se está destruyendo, paso a paso, uno de los mayores y mejores activos con que cuenta Motril: el atractivo de sus playas para vecinos y visitantes, además de minar la potencialidad de la actividad turística. A los diversos problemas que afectan a las playas de Motril, causados por la especulación inmobiliaria, por su mala planificación y gestión, así como por el abandono por parte de los gobiernos central y de la Junta, viene a sumarse ahora la incompetencia municipal que ha sido incapaz de resolver a lo largo de todo el año la contratación de un servicio que se va a prestar durante dos meses.