Izquierda Unida, que lleva dos años excluida del Consejo de Administración y se le niegan las actas de las reuniones celebradas, considera que la instrumentalización política de la empresa, su gestión no profesional, el clientelismo y las intenciones privatizadoras de la derecha motrileña son las principales causas de la disolución y liquidación de la empresa. Considera prioritario el mantenimiento del empleo para garantizar la tranquilidad de las 220 familias que se verán afectadas, pero también asegurar la calidad de la prestación del servicio de limpieza de nuestra ciudad y, en la medida de lo posible, mejorarlo con eficacia y eficiencia.