El Ayuntamiento de Motril perdona a los bancos miles de euros de tasas por la instalación de cajeros automáticos

Se da la circunstancia de que un quiosco de prensa o  una caseta de venta de churros de 2 metros cuadrados ubicados en la vía pública, está pagando una tasa de 581,8 euros anuales, mientras que un cajero del BBVA, o del Banco de Santander, o de cualquier otra entidad financiera no está pagando nada. Christian Linares, concejal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Motril, ha denunciado esta situación y ha reclamado a Flor Almón que corrija este despropósito.

Izquierda Unida reclama el cumplimiento de diversas mociones de carácter social aprobadas por el Pleno

Ya es hora de que la política municipal se dirija prioritariamente a las familias que están padeciendo el paro y la precariedad en el empleo y a los colectivos más vulnerables de nuestro municipio, ha afirmado.
Para la portavoz de Izquierda Unida, la actuación del gobierno local de Motril evidencia, una vez más, una manera de entender la política municipal que es necesario superar, ya que supone un desprecio hacia la ciudadanía y a las instituciones democráticas que velan por el respeto a sus derechos, como es el caso del Defensor del Pueblo Andaluz.

Izquierda Unida reclama medidas y políticas para la gente joven

Además de reclamar políticas integrales dirigidas a las personas jóvenes de Motril que vayan más allá de actuaciones dispersas y puntuales dirigidas al ocio, Christian Linares ha reivindicado el proyecto político de su formación para Motril: un proyecto de izquierdas que tenga como prioridades irrenunciables la lucha contra el paro, la precariedad y la pobreza, la mejora de las condiciones de vida de la mayoría ciudadana y combatir sin tregua las desigualdades.

El lamentable estado de dejadez de Motril

Christian Linares ha señalado que  la principal actuación de Flor Almón y de su equipo durante estos tres años de gobierno ha sido el desmantelamiento de la empresa pública de limpieza LIMDECO, algunos de cuyos servicios han sido progresivamente privatizados en una estrategia acordada con la derecha motrileña para, finalmente, venderla al mejor postor y hacer de la limpieza de la ciudad un negocio para la obtención de beneficios privados a costa de los ciudadanos.