La decisión aprobada por el Pleno municipal supone un paso decidido para sepultar Motril bajo plástico y la renuncia a un modelo de agricultura sostenible basado en pequeñas explotaciones que utilice otros canales de comercialización. Los grupos políticos que han dado su apoyo a esta iniciativa deberán asumir la responsabilidad de sus consecuencias para Motril y para sus ciudadanos y rendir cuentas de su actuación cuando llegue el momento.