De este modo, Motril pasa a ser un municipio abolicionista para aplicar ordenanzas que prohíban la mercantilización de seres humanos, penalizar la demanda y atender y proteger a las mujeres que se encuentran en esta situación.
En palabras de Inma Omiste, portavoz del Grupo municipal de IU-Equo, la prostitución es una forma de esclavitud, por lo que este acuerdo del Pleno supone nuestra modesta contribución a la lucha contra la explotación sexual y contra la impunidad del proxenetismo, además de garantizar derechos a las mujeres en situación de prostitución y a las víctimas de trata con fines de explotación sexual.